La consultora Monitor Deloitte, junto a la Fundación Naturgy, ha elaborado el informe «La actividad de promoción de la generación renovable en España», en el que se destaca el papel que tendrá la generación renovable en la crisis energética en la que nos encontramos, debido en gran parte a la guerra de Ucrania.
El reto energético que pone en jaque a Europa en estos momentos es doble: la transición impulsada por la lucha contra el cambio climático, y la búsqueda de una mayor independencia energética. Desde Bruselas se apuesta por aumentar la generación eléctrica renovable además del uso de los gases renovables. En España, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima prevé que en 2025 el 60% de la electricidad sea generada por energías renovables; y en el 2030, incrementar este porcentaje hasta el 74%.
Un proyecto de generación eléctrica renovable se basa fundamentalmente en tres fases: una primera de promoción y desarrollo, en la que se hace el diseño técnico de la instalación y se obtienen los permisos necesarios. Una segunda en la que se construye la instalación y la infraestructura de evacuación. Y, finalmente, la fase de operación, cuando se pone en funcionamiento. Tras completar estas fases, si no se puede extender la vida útil de la planta, se desmantela y se recuperan sus equipos.
En España hay unas 4.000 empresas dedicadas a la generación eléctrica renovable, con más de 65.000 instalaciones y una capacidad instalada de más de 70 GW. Además, hay 147GW de potencia eólica y fotovoltaica con permisos de acceso concedidos y otros 20GW en curso. Es decir, en España hay más GW de renovables en tramitación que la capacidad total de generación eléctrica (renovable y no renovable) que es de 113 GW. Las diferencias en el desarrollo de renovables y en su tramitación son significativas entre Comunidades Autónomas, en gran parte por la compleja naturaleza política autonómica.
La sociedad ve con buenos ojos el desarrollo de energía renovable, y conoce los beneficios, a parte de ambientales, que puede tener el incentivo de la misma, pero es muy crítica con cuestiones colaterales relacionadas con la contaminación visual, el bienestar de las especies animales del entorno o el uso del suelo.
Por tanto, el reto es mayúsculo y el despliegue masivo de generación renovable ha de abordarse desde la seriedad y equilibrio que necesita.
Puedes descargar el informe completo aquí.