El próximo gobierno de España tendrá por delante un importante reto en materia energética, y deberá activar una amplia agenda de reformas si quiere lograr los objetivos de descarbonización. Expansión ha publicado un breve informe sobre los puntos calientes para el nuevo ejecutivo, aprovechando que se ha sometido a consulta pública un nuevo borrador del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) para el año 2023- Estos son los puntos clave:
- Eliminar las medidas regulatorias introducidas en los últimos años sobre la crisis energética, evitando distorsiones adicionales en los mercados energéticos y desincentivos a la inversión.
- Agilizar el acceso a los Fondos Next Generation EU para canalizar la iniciativa del sector privado en ámbitos estratégicos como las renovables, el almacenamiento, hidrógeno verde o la economía circular.
- Revisar la planificación energética en sentido amplio. Necesitamos una planificación energética holística e integral que garantice un desarrollo gradual y constante de las nuevas (o mejora) infraestructuras energéticas, que a la vez sea equilibrado para todas las tecnologías.
- Revaluar el cierre nuclear. Es preciso analizar la adecuación del actual plan de cierre de las centrales nucleares y plantear diferentes mecanismos que puedan garantizar su operación viable a largo plazo.
- Fomentar el desarrollo de hidrógeno renovable. Para ello se necesita un nuevo marco normativo. Existe una oportunidad relevante de liderar este camino en Europa.
- Replantear el marco retributivo de las redes eléctricas. Actualizar el modelo retributivo de las redes al actual contexto de la transición energética, asegurando un marco retributivo rentable, predecible y estable.
- Desarrollar una red de recarga del coche eléctrico de acceso público. Anfac estima que habría que multiplicar por cinco la red actual de recarga de alta potencia de coches eléctricos.
- Agilizar la tramitación de permisos. Si no se acelera el proceso de tramitación administrativa y medioambiental de todas las infraestructuras del sector eléctrico, pondremos en peligro el cumplimiento de los objetivos climáticos.
- Revisión del funcionamiento del mercado eléctrico. La Comisión Europea aboga por mantener los principios fundamentales del actual diseño de mercado, pero hay que reforzar el diseño de mecanismos de capacidad y flexibilidad y proteger de manera más eficiente al consumidor vulnerable.
- La oportunidad de los PPA. Se debe formentar el desarrollo de los PPA como herramienta principal para la contratación a plazo. Adicionalmente, las subastas de capacidad renovable pueden complementar como mecanismo secundario y opcional, pero sin interferir en el mercado y en la firma de PPAs.
- Desarrollar los mecanismos de capacidad para evitar apagones. Definir y poner en marcha mecanismos de capacidad. Si no se aprueba, está en riesgo la viabilidad del desarrollo de las renovables y la propia garantía de suministro.
- Replantear las ayudas al consumidor vulnerable, siguiendo con la revisión de la tarifa de mercado regulado (PVPC), buscando esquemas integrales de protección.
- Vincular el desarrollo de la política energética al desarrollo industrial, y aprovechando la ventaja competitiva de España en materia de infraestructuras y renovables para atraer nueva industria.
- Reforma fiscal integral. Emprender una reforma profunda de la fiscalidad medioambiental para ayudar a dar señales de precio adecuadas al consumidor, y avanzar así en el proceso de descarbonización, asegurando el principio de «quien contamina paga» y la neutralidad tecnológica en su uso final.