Durante milenios, los sumideros de carbono se han encargado de procesar el dióxido de carbono, evitando que se concentre en la atmósfera en cantidades peligrosas. Sin embargo, durante las últimas décadas las actividades humanas han disparado la emisión de gases de efecto invernadero y los sumideros de carbono no son suficientes para abatir todas las emisiones dando paso al cambio climático y todos sus peligros.
Aquí te contamos qué son los sumideros de carbono, cuál es su importancia y los diferentes esfuerzos que se están haciendo actualmente para combatir el cambio climático.
¿Qué son los sumideros de carbono?
Los sumideros de carbono son aquellos reservorios que capturan, absorben y retienen una cantidad de dióxido de carbono (CO2) superior a la que liberan al ambiente. Este fenómeno es de gran importancia en la disminución de los niveles de CO2 en la atmósfera, un gas de efecto invernadero que contribuye significativamente al aceleramiento del cambio climático.
El ciclo del carbono y la función de los sumideros
El ciclo del carbono es un proceso biogeoquímico a través del cual el carbono se mueve entre la atmósfera de la Tierra, los océanos y los suelos. En este intercambio dinámico, los seres vivos y los ecosistemas desempeñan una importante función, facilitando la circulación y almacenamiento del carbono a través de diversas interacciones ecológicas.
La quema de combustibles fósiles por parte del ser humano libera al ambiente carbono que había permanecido atrapado en el subsuelo durante millones de años, desequilibrando así el balance de carbono en la Tierra. Esta actividad incrementa la concentración de CO2 en la atmósfera, un gas con efecto invernadero que eleva la temperatura global y modifica el ciclo del carbono de nuestro planeta, afectando su equilibrio natural.
Aquí es cuando la función de los sumideros adquiere otro nivel de importancia para el bienestar de la Tierra. De acuerdo con el Global Carbon Budget y su análisis realizado entre 2012 y 2021, los bosques, la vegetación y los suelos se encargan de absorber el 29% del CO2 que los humanos emiten anualmente. Por otro lado, los océanos, que cubren el 70% de la superficie de nuestro planeta, absorben el 26% de las emisiones de CO2 generadas por actividades humanas cada año, de acuerdo con estimaciones del Global Carbon Budget. Esto significa que el 45% restante de emisiones de CO2 que generamos se acumula en la atmósfera terrestre.
La importancia de los sumideros de carbono en la mitigación del cambio climático
La importancia de los sumideros de carbono radica en su capacidad de controlar la cantidad de dióxido de carbono que se emite a la atmósfera. Al hacerlo, se mitiga el efecto invernadero, lo cual a su vez ayuda a disminuir el calentamiento global. Este mecanismo es clave en los esfuerzos por contrarrestar los efectos del cambio climático producido como consecuencia de las actividades humanas.
La fotosíntesis es el proceso mediante el cual las plantas capturan energía solar para transformarla en energía química y materia orgánica. Durante este proceso, absorben CO2 del aire, utilizando el carbono para desarrollar sus tejidos, lo que contribuye a la formación de la materia orgánica vegetal, como la madera y las hojas. Parte de este carbono se transfiere después al suelo, donde queda almacenado.
En los océanos, el carbono es absorbido por organismos vivos marinos o se disuelve en el agua en forma inorgánica. Además de desempeñar un rol fundamental en la captura de carbono, también actúan como reguladores térmicos globales.
Los océanos han absorbido una cantidad significativa del exceso de calor producido por el efecto invernadero, lo que ha llevado a un aumento en la temperatura del agua oceánica y ha permitido que retengan calor de la atmósfera, mitigando el impacto del cambio climático.
Tipos de sumideros de carbono
Existen dos tipos de sumideros de carbono: los naturales, compuestos por los bosques, la vegetación, los océanos y los humedales; y los artificiales, desarrollados con tecnología.
Sumideros naturales de carbono
Estos son los sumideros de carbono que hayamos en la naturaleza, sin necesidad de intervención humana:
Los bosques y la vegetación
Los bosques y la vegetación actúan como un sumidero de carbono natural a gran escala, los cuales captan el carbono atmosférico a través de la fotosíntesis. Así, el carbono queda retenido en los árboles en forma de materia orgánica.
Océanos y humedales
Además de los bosques y la vegetación, los océanos también se consideran sumideros de carbono de gran valor, ya que capturan y almacenan enormes volúmenes de CO2. Igualmente importantes son los humedales, que retienen significativas cantidades de carbono en sus suelos y en la vegetación, resaltando su valor en la gestión del carbono atmosférico.
Sumideros artificiales de carbono
Además de los sumideros naturales, los seres humanos han desarrollado sumideros de carbono artificiales o tecnologías de captura de carbono. Estos sistemas extraen el dióxido de carbono de la atmósfera y, mediante complejas reacciones químicas, lo transforman en carbonatos sólidos. Estos sólidos pueden ser almacenados de forma indefinida o empleados en diversos procesos industriales.
Las tecnologías de captura y almacenamiento de carbono
Los sumideros de carbono artificiales comprenden tecnologías avanzadas como la captura y almacenamiento de carbono (CCS) y la bioenergía con captura y almacenamiento de carbono (BECCS).
La CCS consiste en capturar el CO2 emitido por procesos industriales y almacenarlo de forma segura bajo tierra. Por otro lado, la BECCS implica generar energía a través de biomasa y capturar el CO2 producido durante este proceso, almacenándolo igualmente en formaciones geológicas seguras.
Amenazas para los sumideros de carbono
Las principales amenazas actuales para los sumideros de carbono son:
Deforestación
La deforestación representa una seria amenaza para el equilibrio climático global. Al talar los bosques, no solo se pierde su capacidad de absorber CO2, sino que el carbono previamente almacenado en la biomasa forestal se libera a la atmósfera como dióxido de carbono. Esta liberación se produce cuando los árboles son quemados o se descomponen, lo que aumenta significativamente los niveles de gases de efecto invernadero en la atmósfera.
Acidificación y contaminación de los océanos
La acidificación de los océanos es el fenómeno por el cual las aguas oceánicas incrementan su acidez debido a la absorción excesiva de dióxido de carbono (CO2) procedente de la atmósfera, resultando en un equilibrio químico del agua marina.
Limitaciones tecnológicas y económicas en la implementación de sumideros artificiales
Desde el punto de vista tecnológico, el desarrollo de infraestructuras capaces de capturar y almacenar carbono a gran escala aún se encuentra en etapas relativamente iniciales, lo que significa que siguen existiendo grandes desafíos en cuanto a eficiencia, durabilidad y escalabilidad.
Económicamente, los costos asociados a la investigación, desarrollo e implementación de estas tecnologías son elevados, lo que limita su adopción masiva, especialmente en economías emergentes o en países con recursos limitados. Además, la viabilidad a largo plazo, los posibles impactos ambientales y la seguridad del almacenamiento de carbono aún requieren soluciones claras y sostenibles.
El cambio climático
El cambio climático es la principal amenaza para los sumideros de carbono, ya que causa alteraciones en los ecosistemas que los sostienen. Los aumentos en la temperatura y los cambios en los patrones de lluvia han reducido la capacidad de bosques y océanos de absorber CO2. Además, eventos como incendios forestales e inundaciones pueden dañar o destruir estos hábitats, liberando el carbono almacenado y reduciendo la eficacia futura de estos sumideros naturales.
Formas de proteger los sumideros de carbono
Para combatir el cambio climático, es necesario proteger y optimizar los sumideros de carbono. Los siguientes son algunos mecanismos que pueden ayudar con este propósito:
Conservación de los bosques
Conservar bosques significa proteger las áreas forestales para prevenir la deforestación y promover la reforestación. Estos ecosistemas son vitales para capturar CO2 del aire. Además de conservar la biodiversidad, la preservación de los bosques también asegura la continuidad de su capacidad para almacenar carbono, mitigando así el cambio climático.
Agricultura sostenible
La agricultura sostenible busca minimizar su impacto ambiental mediante la implementación de prácticas que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero. Para este propósito se emplean técnicas como la rotación de cultivos, el uso eficiente del agua y la reducción del uso de fertilizantes químicos. Estas prácticas ayudan a mejorar la salud del suelo, permitiendo que seque más CO2, y también promueven un ambiente más equilibrado y sustentable.
Innovación en sistemas de captura de carbono
La innovación en sistemas de captura de carbono se refiere al desarrollo y la implementación de nuevas tecnologías que pueden capturar CO2 directamente del aire o de las emisiones industriales y almacenarlo de forma segura. Mejorar la eficiencia y reducir los costos de estas tecnologías sería una excelente manera para aumentar su viabilidad como solución a largo plazo para reducir el exceso de CO2 en la atmósfera.
Los sumideros de carbono y el Protocolo de Kioto
El Protocolo de Kioto, establecido en 1997, fue uno de los primeros acuerdos internacionales para enfrentar el cambio climático, reconociendo formalmente la importancia de los sumideros de carbono en la mitigación del calentamiento global.
Este tratado permitió a los países contar con créditos de carbono por la reforestación, la conservación de bosques y otras prácticas que aumentan la absorción de CO2.
El objetivo era incentivar a los países a proteger y expandir sus sumideros de carbono naturales, así como a desarrollar tecnologías para la captura y almacenamiento de carbono, integrando estas estrategias dentro de sus compromisos de reducción de emisiones.
Esta estrategia ha motivado la inversión en proyectos que promueven la captura de carbono, como la reforestación y la mejora de prácticas agrícolas y forestales, contribuyendo así a la conservación de ecosistemas vitales y al desarrollo de tecnologías de captura de carbono, reforzando la lucha global contra el cambio climático.
En particular, una de las técnicas propuestas para la captación de CO2 consiste en el uso de tanques translúcidos con algas, de tal forma que mediante la fotosíntesis retengan grandes cantidades de dióxido de carbono.