Muchos de los países de la región de Oriente Medio y el Norte de África (MENA por sus siglas en inglés) se enfrentan a los retos propios de su creciente población, su incremento de demanda eléctrica y la consecuente necesidad de mejorar sus infraestructuras energéticas. En este contexto, Eurelectric ha presentado en mayo de 2015 un informe en el que analiza la situación regulatoria de la industria eléctrica en la región, ofreciendo ocho recomendaciones para asegurar las inversiones energéticas:
1. Establecer un entorno regulatorio claro, estable y justo que incremente la confianza de los inversores y por lo tanto, atraiga a más capital.
2. Asegurar que los precios reflejen los costes reales, eliminando las subvenciones locales a los combustibles fósiles. Junto a esto, se deberían alcanzar medidas de fomento de la eficiencia energética como impulso a la inversión y a la consecución de los objetivos de crecimiento.
3. Elaborar políticas energéticas nacionales sólidas y transparentes, que ayuden a atraer capital hacia la región MENA.
4. Facilitar la coordinación técnica y política en las inversiones en la red, clave para garantizar la seguridad de suministro en la región. Será esencial la urgente mejora y la instalación de nuevos nodos de interconexión en la zona.
5. Abrir las estructuras de mercado, especialmente a los proyectos de generación renovable, para permitir la entrada de nuevos participantes.
6. Diseñar e implementar los mecanismos financieros precisos para estimular el potencial de la generación renovable en la región.
7. Mejorar la educación y la transferencia tecnológica, formando adecuadamente a los tomadores de decisiones energéticas de la región para mejorar sus competencias y compartir conocimiento e información entre los países de la UE y la región MENA.
8. Mejorar la cooperación en materia energética entre la Unión Europea y la región MENA, para extender el concepto de Comunidad Energética en el largo plazo.