En este artículo del Oxford Institute for Energy Studies el Dr. David Robinson, economista especializado en política pública y estrategia empresarial en el sector energético, profundiza en los motivos por los cuales en los últimos años las grandes eléctricas han visto disminuido su valor de mercado. El autor sostiene la hipótesis de que las causas de esa caída no son temporales, sino estructurales y que pueden terminar comprometiendo las inversiones requeridas para la consecución de las políticas de la UE en materia de seguridad energética, sostenibilidad ambiental y eficiencia económica.
En el estudio se ilustra el problema describiendo un “Efecto Tijera”, el cual haría referencia tanto a la reducción de ingresos e incremento de costes que sufren las empresas eléctricas, como al empeoramiento de beneficios tanto en las actividades mayoristas como minoristas.
El autor opina que existen tres tendencias que explican este problema:
i) Estancamiento o reducción de la demanda eléctrica debido al cambio de la estructura económica hacia los servicios, la saturación de la demanda, la eficiencia energética y la respuesta de la demanda (estas dos últimas incentivadas en parte por el incremento de impuestos y tasas).
ii) Mayor generación de fuentes renovables en detrimento de las tecnologías fósiles convencionales – menor utilización y precio medio del mercado.
iii) Mayor relevancia de los consumidores finales y los recursos energéticos descentralizados.
El informe recuerda que son los gobiernos quienes han iniciado o acelerado estas tendencias.
Finalmente, se concluye que estas tendencias son estructurales, por lo que los actuales marco regulatorio y diseño del mercado son insostenibles. Así, es necesario replantearse cuál es el reparto de papeles entre el mercado y los gobiernos en un sector eléctrico descarbonizado y en el que los consumidores serán más activos.