PwC ha publicado el estudio “El autoconsumo en España – Segmentos residencial y comercial”, sobre el impacto que podría tener el autoconsumo en el sector eléctrico español.
El informe explica cómo el autoconsumo juega un papel importante en la transformación que está sufriendo el sistema eléctrico mundial, siendo un elemento a destacar entre los principios en los que se basa el New Deal energético presentado por la Comisión Europea[1].
Detalla los efectos que el desarrollo del autoconsumo podría tener tanto para los consumidores como para el sistema eléctrico en general. Destaca como beneficios, la reducción del coste energético para los autoconsumidores, la reducción de la demanda punta o la disminución de pérdidas de la red. No obstante, también menciona los efectos negativos que podría suponer, como el incremento de costes de la red.
El informe subraya que para un desarrollo controlado del autoconsumo es necesario adaptar la regulación específica a los condicionantes de los sistemas eléctricos de cada región. Así, se clasifican los diferentes esquemas de regulación aplicados en el mundo en función del mecanismo de remuneración (venta de energía generada, vertido de excedente o balance neto) y del grado de contribución a los costes del sistema.
Posteriormente, el informe pone de manifiesto que España es un país con un entorno favorable para el autoconsumo y que la regulación definida por el RD 900/2015 permite un desarrollo gradual y controlado del autoconsumo, limitando el impacto económico a repercutir al resto de consumidores. Estima que la penetración del mismo podría llegar a 4 GW de potencia instalada con un impacto en el conjunto del sistema de ~102 M€, que debería ser asumida por el resto de consumidores, previsiblemente a través de un incremento en sus peajes.
Por último, el informe advierte que otros esquemas regulatorios (como eliminar la contribución a los costes del sistema definida por el RD o retribuir el excedente con una prima adicional al precio del mercado) podrían incrementar sustancialmente la penetración y el impacto económico sobre los consumidores que no tengan la capacidad o la opción de montar una instalación de autoconsumo.
[1] El New Deal se basa en tres pilares: i) incrementar la capacidad de los clientes para actuar, ii) convertir las redes y casas inteligentes en una realidad y iii) prestar especial atención a la gestión y protección de la información