Pöyry ha publicado el informe “Rise of the Batteries”, donde analiza los retos técnicos y de mercados que las baterías de almacenamiento deberán superar para su expansión, especialmente en los vehículos eléctricos.
Las baterías de ión-litio ya forman parte de la vida cotidiana y están incluidas en teléfonos móviles, tablets y cepillos de dientes eléctricos, entre otras aplicaciones. En los últimos años, se han producido diferentes avances tecnológicos en este tipo de baterías para poder ser utilizadas en los vehículos eléctricos (VEs de ahora en adelante).
A pesar de que la adopción de los VEs no esté siendo tan positiva como se esperaba, las baterías ya suponen un componente cada vez más relevante dentro de la industria automovilística. Dado que las baterías representan una parte significativa de los costes de un VE, existen considerables incentivos para aumentar la eficiencia de sus procesos de producción, reducir sus costes y mejorar su rendimiento.
El sistema eléctrico se beneficiará del desarrollo de estas baterías, al constituir una solución para el almacenamiento de la energía generada por las tecnologías renovables intermitentes, que permitiría reforzar su seguridad de suministro.
Los proyectos de investigación para el desarrollo tecnológico de baterías son financiados a través de proyectos de baja cuantía, corta duración y con un calendario de pagos indeterminado. Ello provoca que la inversión en este tipo de tecnología se resienta, al no existir certidumbre sobre los ingresos futuros.
La curva de aprendizaje que experimentan este tipo de tecnologías también está dificultando el acceso a la financiación. Algunos inversores podrían retrasar su inversión ante el miedo de que su tecnología sea superada por otra más avanzada y barata.
Respecto a los retos técnicos a superar, el informe destaca la falta de una única tecnología de almacenamiento que sea capaz de cubrir todas las necesidades del mercado. Ello provocará que el sistema pueda contemplar la incorporación de distintos tipos de baterías.
Adicionalmente, al igual que cualquier otro componente del sistema eléctrico, los sistemas de gestión de baterías deberán lidiar con los posibles ataques tecnológicos que puedan sufrir.
En definitiva, el desarrollo de los vehículos eléctricos permitirá avanzar en las tecnologías de baterías de almacenamiento. Las baterías deberán ser consideradas como parte de la estrategia de las energías renovables, contribuyendo a alcanzar un sistema energético más eficiente.