Entrevista a Blanca Losada, Presidenta de FutuRed con motivo de su participación en la jornada «Redes eléctricas: claves para la electrificación de la economía», organizada en colaboración con la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de la Politécnica de Madrid.
¿Por qué dotar de inteligencia digital a las redes eléctricas es fundamental para la descarbonización de la economía?
Desde un punto de vista técnico, porque la digitalización y la mejora en las capacidades de control posiblemente es el único mecanismo o palanca que permita responder a los retos de transformación de los sistemas eléctricos, y, por otro lado, porque es la forma más eficaz y eficiente de hacerlo.
La digitalización de las redes es palanca de eficiencia operativa, palanca de calidad de suministro. De alguna manera es la gran póliza de seguros de cara a la calidad del sistema, pero es que además tiene externalidades positivas, en el propio sistema eléctrico, al habilitar y facilitar toda esa integración de recursos energéticos distribuidos, de vehículo eléctrico, de gestión activa de la demanda, etc.
Y luego tiene externalidades positivas desde el punto de vista de la productividad y de la propia calidad ganada. Además, genera un efecto multiplicador en cuanto a las capacidades de desarrollo tecnológico e industrial de nuestra industria, y nos permite o nos debe permitir, posicionarnos como país exportador, que ya lo somos, de tecnologías en el ámbito eléctrico. Con lo cual yo creo que hay muchísimas razones para avanzar por el camino de la digitalización de las redes.
¿Qué beneficios tendría el conjunto de la sociedad si disponemos de unas redes eléctricas modernas, digitales y automatizadas?
Bueno ya lo he indicado de alguna manera, beneficios intrínsecos sobre el propio sector eléctrico en términos de calidad y de coste. Beneficios intrínsecos extendidos dentro del sistema energético por esa mayor posibilidad de descarbonización.
Externalidades económicas en clave de productividad y de menor dependencia energética y externalidades nuevamente económicas, pero de base industrial y tecnológica al posibilitar el desarrollo de toda una industria que sigue a esa dinámica tractora de transformación.