La Comisión Europea ha encargado un estudio a Ecorys para analizar si existe evidencia de fuga de carbono en los dos primeros periodos del Comercio de Derechos de Emisión de la Unión Europea (2005-2007 y 2008-2012).
El estudio concluye que no han encontrado evidencias de fuga de carbono, en este periodo definida como relocalización de la producción por motivos del comercio de derechos de emisión. En alguno de los sectores estudiados ha habido un incremento de importaciones y una disminución de las exportaciones, sin embargo, estos cambios son debidos a la evolución de la demanda global y a las diferencias de precios en los diferentes inputs.
El sector energético internalizó los costes del CO2 incrementando así su precio final y repercutiendo directamente en los costes de la industria especialmente en las más intensivas en electricidad. Sin embargo, el impacto es muy limitado debido a que la abundancia de derechos y los créditos internacionales deprimieron el precio de los mismos. Por otro lado, la mayor parte de las instalaciones recibieron derechos gratuitos.
Finalmente, el estudio destaca que hay indicios de que esta situación pueda cambiar en el tercer periodo que empieza a partir de 2013, debido al mayor precio de la energía y de los derechos de CO2 en Europa, provocando que la competencia global sea dura para la industria europea.