1. Redes eléctricas y almacenamiento
La forma más eficiente de descarbornizar es la electrificación de los usos finales (como el transporte o la climatización) y la electrificación de ciertos procesos industriales. Esto podría triplicar el uso de la electricidad par 2050. Este reto requiere desarrollar redes de distribución de electricidad de forma anticipada, incrementar su capacidad y dotarlas de inteligencia, para hacer frente al incremento de demanda.
Adicionalmente es necesario desarrollar nuevo almacenamiento para evitar los vertidos de las energías renovables.
2. Diseño de mercado y regulación:
La innovación va más allá de la tecnología. Un mal diseño de mercado y una burocracia excesiva frenarán o desincentiarán la inversión.
3. Movilidad sostenible
El número de coches eléctricos pasará de 18millones (2019) a 1.780 millones para 2050.
La electrificación del sector transporte alcanzará el 10% en 2030 y casi el 50% en 2050.
Sin embargo, la adopción masiva de estos vehículos requerirá más puntos de recarga e infraestructura, por lo que es necesario agilizar su tramitación.
4. Aerotermia
La aerotermia, la bomba de calor o el autoconsumo fotovoltaico reducen el consumo y evitan las emisiones contaminantes.
5. Hidrógeno verde
El hidrógeno verde permite descarbonizar sectores como la siderurgia, donde la electrificación total es casi imposible. Para contener el calentamiento global a +1.5º, la producción de hidrógeno verde y derivados debe alcanzar los 31 millones de toneladas anuales para 2050.»