La Agencia Internacional de la Energía (IEA por sus siglas en inglés) publicó el pasado mes de junio de 2015 el informe Energy and Climate Change – World Energy Outlook Special Report, con la vista puesta en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP21) que se celebrará a finales de año en París. En él, la IEA evalúa las Contribuciones Nacionales Determinadas[1] (INDC por sus siglas en inglés) propuestas hasta la fecha para comprobar si son suficientes para cambiar el entorno de inversión y alcanzar el objetivo de limitar en 2 ºC el incremento medio de la temperatura global desde la época preindustrial. Así, el informe de la IEA llega a cuatro grandes reflexiones:
i. El uso de las fuentes de generación de energía bajas en emisiones de carbono se está expandiendo con rapidez, y hay señales de que las emisiones de carbono procedentes del sector energético están comenzando a disociarse del crecimiento económico. Así, en 2014 las emisiones del sector energético se han estancado por primera vez, a pesar del crecimiento del 3% en la economía global.
ii. Las INDCs hechas públicas hasta la fecha han estado enfocadas al sector energético y su reducción de emisiones. El informe insiste en la importancia de que los países sigan ambiciosos de cara al diseño de sus INDCs para poder mantener el incremento de temperaturas bajo control.
iii. La agencia propone cuatro pilares sobre los que deberían centrarse las negociaciones de la COP21:
1. Establecer las condiciones para alcanzar un pico anticipado en las emisiones del sector energético, y lograr así cambiar la tendencia. Para ello el informe propone un “Escenario Puente” con cinco medidas sobre las que se puede actuar: incrementar la eficiencia energética, reducir el uso de las plantas de carbón menos eficientes, aumentar la inversión en tecnologías renovables en el sector eléctrico, eliminar gradualmente los subsidios a las energías fósiles y reducir las emisiones de metano de la producción de gas y petróleo.
2. Revisar los objetivos fijados cada cinco años, con la idea de que sean cada vez más ambiciosos.
3. Traducir el objetivo climático en un objetivo colectivo de emisiones a largo plazo, que incluya compromisos en el corto plazo.
4. Monitorizar el progreso, estableciendo sistemas para realizar el control de los logros del sector. Será necesario establecer indicadores.
iv. Por último, es vital lograr transmitir el reto a las siguientes generaciones y lograr su implicación para alcanzar el objetivo de los 2ºC.
[1] Las Contribuciones Nacionales Determinadas (o Intended Nationally Determined Contributions) son compromisos que los países presentan ante Naciones Unidas para reducir los gases de efecto invernadero a través de acciones de mitigación, de acuerdo a sus realidades.