Los debates sobre el marco europeo en materia de clima y energía para el 2030 llegan en medio de una mayor preocupación por la competitividad de la industria europea y la seguridad energética a raíz de la crisis de Ucrania, junto con el esfuerzo de la Unión Europea por establecer objetivos más ambiciosos. Para cumplir con estos objetivos y reducir estas preocupaciones, resulta necesario aplicar medidas más eficientes en costes.
Así, las nuevas guías referentes a las ayudas de estado suponen un gran avance en esta dirección, poniendo un mayor énfasis en concursos y promoviendo la neutralidad entre las tecnologías de generación en cuanto a los apoyos que reciben de los gobiernos.
Sin embargo, según el informe aún hay margen de mejora en 6 ámbitos principales: (i) garantizar un precio de CO2 adecuado, creíble y a largo plazo, (ii) abordar la fuga de carbono, (iii) promover una reacción de los grandes emisores, (iv) incrementar la capacidad de interconexión, (v) construir mercados de capacidad integrados y (vi) aumentar la inversión en investigación y desarrollo en las tecnologías en desarrollo bajas en la emisión de CO2.