El informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) está basado en observaciones globales durante 2010 y destaca que las concentraciones de dióxido de carbono han llegado en 2010 a 389 partes por millón, la mayor concentración desde el inicio de la era industrial en 1750. La OMM indica que sus datos revelan un aumento del 20% del óxido nitroso, del 39% de aumento en el CO2 y del 158% de aumento del metano desde 1750, todos ellos son gases de efecto invernadero contemplados en el Protocolo de Kioto.
La OMM indicó que entre 1990 y 2010 hubo un incremento del 29% en la fuerza de irradiación (el efecto del calentamiento atmosférico en el clima) derivada de los gases de efecto invernadero y que el dióxido de carbono (CO2) es el responsable del 80% de ese aumento. El CO2 es hoy el gas de efecto invernadero más presente en la atmósfera y representa en torno al 64% del total de las causas de variación del clima.
Después del CO2, el metano (CH4) contribuye con el 18% de la fuerza de irradiación, con un incremento del 158% con respecto a la era pre-industrial, cuando la presencia de este gas en la atmósfera terrestre era de 700 moléculas por cada 1.000 millones de partículas de aire limpio. Este fuerte incremento se debe sobre todo a la ganadería, la producción de arroz y la explotación de los combustibles fósiles. Por otra parte, la actividad humana es la responsable en estos momentos del 60% de las emisiones de metano, mientras que el 40% restante procede de fuentes naturales, como las tierras húmedas. Por último, el óxido nítrico contribuye con un 6% a esa fuerza de irradiación y está un 20% por encima de los niveles previos a la revolución industrial. El óxido nítrico tiene su origen en causas naturales -los océanos- y actividades humanas -el uso de fertilizantes y biomasa y otros procesos industriales.
Greenhouse Gas Bulletin
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