La energía secundaria está muy presente en la vida cotidiana y en el desarrollo industrial, siendo el resultado de la transformación de fuentes primarias de energía, como el gas natural, el petróleo, la energía eólica o la solar.
La energía secundaria se genera a partir de recursos presentes en la naturaleza y facilita el acceso a servicios básicos, como la electricidad, el calor y los combustibles para transporte.
Qué es la energía secundaria
La energía secundaria se genera al convertir fuentes de energía primaria en formas que puedan ser utilizadas de manera más directa y práctica en hogares e industrias. A diferencia de las fuentes primarias, como la energía solar o el petróleo, la energía secundaria no se encuentra disponible de forma inmediata en la naturaleza, sino que es creada a partir de procesos de transformación.
La importancia de la energía secundaria se sustenta en su capacidad para satisfacer las necesidades energéticas diarias y proporcionar servicios básicos como la electricidad, el calor y los combustibles utilizada en sectores como el transporte, la industria y el consumo doméstico.
En el contexto actual, marcado por la transición hacia fuentes de energía renovables y la reducción de emisiones de carbono, la energía secundaria también está evolucionando para adaptarse a estas demandas ambientales.
Proceso de obtención de la energía secundaria
La generación de energía secundaria comienza con la obtención de recursos energéticos en la naturaleza, conocidos como fuentes primarias. Dichos recursos abarcan tanto energías renovables, como la energía solar, la energía eólica o la hidráulica, como fuentes no renovables, entre ellas el petróleo y el gas natural.
La electricidad, el calor y los combustibles líquidos se producen mediante la transformación de estos recursos en instalaciones especializadas, como centrales eléctricas, refinerías de petróleo o plantas de generación de calor.
El proceso detallado es el siguiente:
- Obtención de energía primaria: El proceso de producción comienza con la recolección de fuentes primarias, que pueden ser combustibles fósiles o energías renovables. Cada fuente requiere una tecnología específica para extraer y transformar la energía contenida en el recurso.
- Transformación en energía secundaria: Existen distintas tecnologías para generar electricidad, como los aerogeneradores, las placas fotovoltaicas, la fisión de energía nuclear, las centrales hidráulicas o los ciclos combinados para producir electricidad. Por otro lado, en las refinerías, el petróleo se procesa para obtener derivados como el gasóleo, que luego pueden ser utilizados en motores o sistemas de calefacción.
- Distribución y uso: Una vez producida, la energía secundaria es distribuida a través de redes y sistemas de transporte hasta su destino final. Por ejemplo, la electricidad generada en una planta de generación eléctrica es distribuida a través de redes de transporte y de transmisión para llegar a hogares y empresas. En el caso de los combustibles, los productos refinados se transportan a estaciones de servicio y centros de consumo.
Tipos de energía secundaria
La energía secundaria puede clasificarse en diferentes tipos en función de su forma y aplicación. Los que verás a continuación son los tres tipos principales de energía secundaria, cada uno con sus características y particularidades.
Electricidad
La electricidad es una de las formas más comunes y versátiles de energía secundaria. Como ya mencionamos, puede ser producida tanto a partir de fuentes renovables, como la energía solar, la eólica o la hidroeléctrica; como de fuentes no renovables, como el gas natural o como la energía nuclear.
La versatilidad de la electricidad permite su uso en múltiples aplicaciones, desde iluminación hasta maquinaria industrial, y se ha convertido en un pilar de la modernización y el desarrollo sostenible. La electricidad es, además, fácil de transformar en otros tipos de energía, lo que amplía su utilidad en sectores como la movilidad eléctrica y la climatización de espacios (tanto para producir calor como frío).. En España, su generación renovable ha crecido significativamente, representando más del 46% de la electricidad en 2022. Una vez que se consigue un mix de generación eléctrica descarbonizado y sin emisiones, el siguiente paso es utilizar esa electricidad en los usos finales de la energía como en la industria, en el transporte (mediante vehículos eléctricos) y en la calefacción de los hogares y oficinas (mediante la bomba de calor eléctrica y aerotermia). Sustituyendo así a los combustibles fósiles como las gasolinas, gasóleos y gas natural.
Combustibles
Los combustibles derivados del petróleo, como la gasolina y el diésel, representan otro tipo de energía secundaria utilizada, especialmente en el transporte y la industria. En este caso, el petróleo es procesado en refinerías donde se convierte en productos específicos. Los combustibles fósiles han sido los más utilizados para vehículos, maquinaria y calefacción . No obstante, cada vez hay más normativa y hojas de ruta que apuntan hacia una transición energética en la que se fomenta energías más sostenibles, competitivas y eficientes como el uso de la electricidad en los distintos sectores de la economía. El hidrógeno verde resulta una buena opción en aquellos usos que no se pueden electrificar directamente como el transporte pesado de larga distanica, o la industria de muy alta temperatura.
Calor
El calor como energía secundaria es utilizado en diversos sectores, desde el calentamiento de espacios hasta los procesos industriales. Se obtiene a menudo mediante la combustión de gas natural o de biomasa.
Los sistemas de calefacción con bombas de calor y aerotermia están siendo cada vez más considerados para reducir la dependencia de combustibles fósiles.
El futuro de la energía secundaria
El futuro de la energía secundaria está marcado por el desafío de la sostenibilidad y la transición hacia modelos de consumo y producción más eficientes y sostenibles. La integración de fuentes de energía renovables en la generación de electricidad, está creando nuevas oportunidades. En el caso de España, la transición energética está impulsada por estrategias como el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que promueve la descarbonización y la eficiencia energética, alineándose con los objetivos de la Unión Europea en materia de sostenibilidad.
La electricidad, debido a su flexibilidad, sigue siendo el centro de las innovaciones en el ámbito de la energía secundaria, tecnologías como las redes inteligentes y los sistemas avanzados de almacenamiento, están diseñadas para aumentar la eficiencia y garantizar un suministro estable de energía secundaria. El consumo de los combustibles derivados del petróleo se verá disminuido ya que pueden ser reemplazados por alternativas más sostenibles y eficientes como la electricidad (electrificación de procesos industriales, vehiculos eléctricos, bombas de calor eléctrica para las necesidades de climatización) o el hidrógeno verde cuando no es posible la electrificación directa. Además, la generación de calor a partir de fuentes renovables, la bomba de calor y la aerotermia es una prioridad en países que buscan reducir su dependencia de combustibles fósiles.