• Según el Informe “La fiscalidad del sector de la energía eléctrica en la actualidad”, realizado por EY para la Fundación Naturgy, el sector eléctrico soporta una enorme presión fiscal, a través de numerosas figuras tributarias, incoherentes y sin la pretendida finalidad medioambiental que las justifican, lo que redunda además en una enorme complejidad administrativa.
• Se puede hablar de un panorama convulso, falta de coherencia con los objetivos a perseguir, y una regulación confusa y dispersa, que supone un elevado coste en el cumplimiento de obligaciones formales.
• Este tipo de impuestos han proliferado a gran escala sin ningún tipo de coordinación con las políticas medioambientales que a nivel europeo pretenden implantarse.
• Las numerosas y diversas figuras tributarias han sido creadas de manera descoordinada por cada uno de los ámbitos territoriales del país, esto es, Estado, CCAA y Ayuntamientos, sin un objetivo común y provocando grandes distorsiones y un gran impacto en el desarrollo de las distintas actividades económicas.
• Magnitudes en 2020:
o Los impuestos sobre la energía eléctrica han supuesto una recaudación de más de 8.900 M€
A nivel estatal: 7.815 M€
A nivel autonómico: 279 M€
A nivel local: 817 M€
o Por cada MWh consumido se han tributado 36€.
o Los impuestos han supuesto el 26% del total de los costes del sistema eléctrico
o Del total de impuestos sobre la factura, el 69% corresponde a IVA e Impuesto sobre la electricidad, y el 31% al resto de tributos
• Existe una gran inestabilidad por la evolución que estas figuras impositivas desde el año 2019: la reforma del canon hidráulico, la exención del Impuesto sobre el gas natural y biogás cuando se destine a la producción de energía eléctrica, la creación de nuevas figuras impositivas autonómicas, la creación de nuevos cánones por el uso y aprovechamiento de carácter excepcional de suelo no urbanizable, la suspensión de la recaudación del Impuesto sobre el Valor de la Producción de la Energía Eléctrica, la reducción del tipo impositivo del Impuesto sobre la electricidad y del IVA, etc.
• Se ha generado una gran litigiosidad, con los costes económicos y temporales que ello conlleva.
• Debería acometerse una auténtica reforma, simplificando el régimen existente y coordinando a las diferentes administraciones.