La Secretaría de Cambio Climático de las Naciones Unidas ha aprovechado el décimo aniversario de la entrada en vigor del Protocolo de Kyoto para hacer un balance de sus resultados.
Los datos preliminares muestran que las naciones comprometidas en el Protocolo de Kyoto –el primer tratado mundial de reducción de emisiones- han logrado superar colectivamente los objetivos iniciales de reducción de emisiones. De hecho, los países del Anexo B de dicho protocolo[1], aquellos que aceptaron someterse a objetivos vinculantes, han conseguido reducir las emisiones en torno a un 20% respecto al año tomado como referencia, 1990, muy por encima del 5% que se estableció como meta inicial.
Recuerda, a su vez, que (i) los gases que se sometieron al Protocolo de Kyoto fueron el CO2, el metano, el óxido nitroso, el hidrofluorurocarbono, el perfluorurocarbono y el hexafloruro de azufre y (ii) que los sectores y fuentes de emisiones cubiertas por el Protocolo de Kyoto son la energía, los procesos industriales, la agricultura, la gestión de residuos y el uso de disolventes y otros productos.
[1] Austria, Bélgica, Bulgaria, República Checa, Dinamarca , Estonia, Comunidad Europea, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Irlanda, Italia, Letonia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Mónaco, Países Bajos, Portugal, Rumanía, Eslovaquia, Eslovenia, España, Suecia, Suiza, Reino Unido, EE.UU(*), Canadá, Hungría, Japón, Polonia, Croacia, Nueva Zelanda, Rusia, Ucrania, Noruega, Australia, Islandia