ECOFYS ha publicado el informe titulado “Carbon Pricing Watch 2016” en el que analiza el estado actual y las previsiones existentes sobre mecanismo de precios al carbono en los diferentes países. Este documento es un adelanto del informe “State and Trends of Carbon Pricing 2016” que se publicará a lo largo de este año.
El 2015 fue un año histórico en la lucha contra el cambio climático cuyo principal exponente fue el Acuerdo alcanzado en París para mantener el incremento de la temperatura global por debajo de 2ºC, y proseguir los esfuerzos para mantenerla por debajo de 1,5ºC. En el proceso de elaboración de dicho acuerdo, 190países presentaron sus compromisos nacionales en la lucha contra el cambio climático (INDCs, por sus siglas en inglés) para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero e incrementar su resiliencia a las consecuencias del cambio climático. Noventa de esos INDCs (61% de las emisiones globales) presentan iniciativas para definir un precio al CO2 a través de sistemas de comercio de emisiones (ETS) o impuestos al carbono.
Adicionalmente se han creado diversas alianzas para promover la fijación de un precio al carbono: el “Carbon Pricing Leadership Coalition” (CPLC, por sus siglas en inglés) en el que se unieron gobiernos, empresas y ONGs, el “G7 Carbon Market Platform”, la declaración encabezada por Nueva Zelanda sobre mercados de carbono,… Todas estas iniciativas muestran la idoneidad del momento para los países que voluntariamente introducen un precio al CO2.En 2016 40 jurisdicciones nacionales y 20 ciudades, estados y regiones, responsables del 25% de las emisiones globales, han establecido un precio al carbono que cubre alrededor de la mitad de dichas emisiones, lo que se traduce en alrededor de un 13% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Este último año, se han implementado o programado 4 nuevas iniciativas para establecer el precio al CO2:
- Corea del Sur lanzó en enero de 2015 un sistema de comercio de emisiones.
- Portugal estableció en enero de 2015 un impuesto al carbono a todos los productos energéticos no incluidos en el mercado de emisiones europeo (EU ETS, por sus siglas en inglés).
- La región canadiense de British Columbia también ha lanzado un sistema de comercio de emisiones que incluye a las plantas de gas natural licuado (GNL) que están actualmente en construcción.
- Australia ha vuelto a establecer un sistema ETS, tras abolir el Australian Carbon Pricing Mechanism en 2014.
Adicionalmente, China establecerá un ETS nacional en 2017, México podrá implementar uno en 2018, Canadá está valorando opciones de fijación precios al CO2 a nivel nacional, Manitoba, Ontario y Quebec se han comprometido a unir sus mercados de carbono al de California, y Alberta planea su transición a una economía baja en carbono a través de un sistema de precios al carbono desde 2017. Por el contrario, Sudáfrica y Kazajistán han retrasado y cancelado respectivamente sus iniciativas.
En 2015 los gobiernos han recaudado 26 mil millones de dólares a través de estas iniciativas, un 60% más que en 2014. Actualmente los precios de carbono son muy dispares, tanto en el importe (desde $1/tCO2e hasta $137/tCO2e) como en los sectores a los que se aplican (transporte, industria etc…). Así, mientras que el EU ETS establece un precio de $6/tCO2e, en Suecia el impuesto sobre el carbono está alrededor de $137/tCO2e.
De cara al futuro, el Acuerdo de París podría expandir las iniciativas de poner un precio al CO2 y facilitar la cooperación entre jurisdicciones. Con la intención de fomentar el impulso a la lucha contra el cambio climático, el “High Level Panel on Carbon Pricing”, grupo formado por líderes gubernamentales y organizaciones internacionales, ha fijado el objetivo global de doblar hasta el 25% en 2020 las emisiones cubiertas por algún tipo de iniciativa de precios al carbono, y volver a duplicar dicha cobertura la siguiente década.