Eurelectric publicó en diciembre el informe “Power Statistics and Trends: The five dimensions of the Energy Unión”, en el que repasa las principales tendencias, el contexto de las políticas y la evolución de la producción, de la capacidad y de la demanda del sector eléctrico. Además, proporciona un breve resumen del mercado, los precios, la innovación y las actuaciones medioambientales. Para ello se apoya en los últimos datos disponibles de los 28 países miembros de la UE junto con Noruega, Suiza, Islandia, Turquía y Serbia.
Europa está atravesando un proceso de transición energética con el objetivo de garantizar una energía segura, sostenible, asequible y competitiva. Sin embargo, este proceso trae consigo importantes retos y oportunidades para el sector y para las compañías eléctricas, que siguen invirtiendo en innovación a pesar del difícil contexto económico.
Ante este contexto, la Unión Europea apuesta por alcanzar una Unión Energética entre sus países miembros basada en cinco pilares fundamentales:
i. La seguridad energética, la solidaridad y la confianza.
ii. El mercado interior de la energía.
iii. La eficiencia energética como contribución a la moderación de la demanda de energía.
iv. La descarbonización de la economía.
v. La investigación, la innovación y la competitividad.
Actualmente, la participación de energías bajas en carbono en el mix energético europeo está creciendo. La generación con fuentes renovables se incrementó 38 TWh entre 2013 y 2014, a diferencia de la generación fósil, que en el mismo periodo disminuyó en 121 TWh. Ello ha permitido que, en 2014, las tecnologías de bajas emisiones supusieran el 56% de los 3.025 Twh de electricidad generados (de estos un 27% fue producido por la energía nuclear y el 28% restante por fuentes de energía renovable). Por otro lado, el consumo final de electricidad mantiene una tendencia decreciente desde el 2008, gracias a mecanismos de mejora de la eficiencia.
Por otra parte, la disminución de flexibilidad del sistema, como consecuencia de la pérdida de peso de la generación térmica, está suponiendo un desafío para la seguridad de suministro. Para solucionar este reto, es necesario alinear los sistemas de incentivos de forma que impulsen el desarrollo una mayor capacidad de reserva y flexibilidad que permitan responder a las variaciones cada vez más pronunciadas en la generación de energía.
Tras analizar las distintas dimensiones, los autores sugieren como primordial para garantizar la Unión Energética un mayor esfuerzo en:
· El desarrollo de un mercado de electricidad interno completamente integrado.
· Una correcta valoración de la energía, capacidad y flexibilidad en los mercados.
· El fortalecimiento del sistema de comercio de emisiones europeo (EU ETS), definiendo un marco político coherente que permitan la descarbonización del sector eléctrico.
· Definición de un marco de señales de mercado que impulsen la inversión en energías renovables y su plena integración en el sistema.
· El compromiso por parte de los responsables políticos para avanzar en la electrificación de otras actividades (más allá de la generación eléctrica), ayudando a su proceso de descarbonización como, por ejemplo, la calefacción, refrigeración y el transporte.